jueves, 14 de abril de 2011

Buenos dias, la reflexion para este dia se encuentra en Mateo 26: 28 Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.
la sangre que quita el pecado del mundo no es la de cualquier persona. No es la sangre del pecador, ni es la sangre de su madre o su padre o del ser que más lo quiere. La Biblia, el Libro Supremo de la humanidad y el único que dice la verdad, toda la verdad y solamente la verdad, dice que la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios, es la única que cubre y borra nuestro pecado. Y por si eso fuera poco, la Biblia dice además que esa sangre vertida en la cruz del Calvario no sólo borra todo nuestro pecado, sino que es tan eficaz que Dios, el ofendido, olvida ese pecado para siempre. De modo que nadie necesita morir por su pecado ni derramar su propia sangre. Cristo vertió la suya, y esa es más que suficiente.
Si bien la culpa sale con sangre, la cura entra con Cristo. Él derramó su sangre por nuestra culpa, y ahora está a la puerta de nuestro corazón, pidiendo entrada. Mira que estoy a la puerta y llamo nos dice en el Apocalipsis de San Juan Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.
Más vale que le demos entrada, le pidamos perdón y permitamos que su sangre quite esa culpa y nos limpie de todo pecado.
DIOS LOS BENDIGA.

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